Friday, January 07, 2011

WOODSTOCK / ARMANDO ARTEAGA

CINE

WOODSTOCK

Por Armando Arteaga



Siguen los refritos en la cartelera limeña de este verano y destaca por supuesto entre ellos el musical “Woodstock” que aún entusiasma a los rockeros. El documental de Michael Wodlight recoge en sus imágenes los detalles más increíbles de aquel famosos festival de rock que trastocó la apacible manera de vivir de los pobladores del pequeño condado de Woodstock en los tres días de su duración y que la generación de la década pasada llamó de: música, paz y amor.

Las imágenes de “Woodstock” han sido recogidas por varias cámaras algunas colocadas especial y discretamente, y otras de lo más espontáneamente, según han ido sucediendo los hechos. En la coincidencia formal del relato musical que proporciona el filme del concierto, desde los primeros caminantes “tirando dedo” por la autopista hasta el escenario desolado lleno de desechos de la multitud que congregó. El montaje de Wodlight une en comunión la participación multitudinaria de los “fans” con los “dioses” del rock.

La presencia de los pobladores del condado es sólo para sugerir una crítica adulta sobre la nueva moral juvenil.

“Woodstock” no es sólo un testimonio musical, es también el basalto volcánico de la generación norteamericana del setenta que vio la guerra de Vietnam y la llegada del hombre a la Luna. Volver a hurgar sobre “Woodstock” es como encontrarse de pronto con la Vía Láctea de toda una constelación de estrellas del rock. Allí desfilan desde las melancólicas presencias de Joan Báez y John Sebastián, el legendario –viejo saurio- Arlo Guthrie, Joe Cocker; y fue de alguna manera “un homenaje” póstumo a Jimi Hendrix (aquél que adoraba a la gente que se metía en público los dedos a la nariz), pues cuando sucedió el estreno del filme acababa de ocurrir su muerte por exceso de drogas. Suben al escenario del mismo modo: Bob Dylan y su inolvidable armónica recordándonos el “folk”, Country Joe & The Fish, Ten Years After, The Who, y sobre todo Santana (muy aplaudido entre nosotros y recordado por el suspendido concierto en el Estadio de San Marcos, acusado por el Ministro del Interior del Gobierno Militar pasado de expresar un mensaje pro-imperialista en su música), Richie Havens, Sly & The Family Stone, Sha-na-na, etc.

Como vemos, toda una fiebre de rock que llenó de nuevas manías en la década pasada casi todos los barrios de Lima, y que en este verano, como golondrina que no hace verano, ha vuelto algo refrescante al Orrantia, con colas, “revendedores” y vendedores de chicles y pop-corn.



(Publicado en el Diario Expreso 09-01-1984).

No comments: